Sentencias del poeta
Hölderlin sobre la Poesía (Heidegger, 1994):
I.
Hacer poesía: “Esta tarea, de todas la más inocente.”
II.
“Para este
fin se dio al Hombre el más peligroso de los bienes: el lenguaje, para que dé
testimonio de lo que él es.”
III.
“Muchas
cosas ha experimentado el Hombre;
A muchas celestiales ha dado ya
nombre
Desde que somos Palabra-en-diálogo
Y podemos los unos oír a los otros.”
IV.
“Ponen los
Poetas el fundamento de lo permanente.”
V.
“Lleno
está de méritos el Hombre; mas no por ellos sino por la Poesía hace de esta
tierra su morada.”
Comenta Heidegger la cita Nº IV
diciendo: “La Palabra del poeta es fundación no tan sólo en el sentido de
donación libérrima, sino a la vez en el de firme fundamentación de nuestra
realidad de verdad sobre su fundamento.” “…Comprender la esencia de la Poesía:
que es la Poesía fundación del Ser por la palabra de nuestra boca…”
Respecto a la cita Nº V dice:
“Que la realidad de verdad del hombre es, en su fondo, “poética”. Por poesía estamos ahora, con todo, entendiendo ese
nombrar fundador de Dioses y fundador también de la esencia de las cosas.” “No
es la Poesía simple y adventicio adorno de la realidad de verdad, ni
transitoria exaltación espiritual, entusiasmo o entretenimiento. La Poesía es
el fundamento y soporte de la historia; no una simple manifestación cultural,
menos aún “expresión” del “alma de una cultura”.” “El fundamento de
nuestra realidad de verdad es el diálogo, por ser éste el acontecimiento
histórico por el que viene al ser el lenguaje. Mas el lenguaje primogénito es
la Poesía, por ser fundación del Ser.”
En relación con la cita Nº II:
“…¿Es en realidad de verdad la Poesía la más peligrosa de las obras?” Dice
Heidegger: “El Poeta está expuesto a los rayos de Dios. De esto nos habla aquel
poema [de Hölderlin] que es preciso reconocer como la más pura poesía de la
esencia de la Poesía… Y en la última estrofa dice:”
Derecho es nuestro, de los poetas, de
vosotros
los poetas, bajo las tormentas de Dios
afincarnos,
desnuda la cabeza;
para así con nuestras manos, con nuestras
propias manos robar al Padre sus rayos;
robárnoslo a Él mismo;
y envuelto en cantos,
entregarlo al Pueblo, cual celeste regalo.
Y remata Heidegger: “En la Poesía
… se recoge el Hombre al fundamento y fondo de su realidad de verdad” [Dasein, su
Ser-determinado; su Sí-mismo, agrego yo]. “Así lo reconoce Pantea…”
[…] ser cada uno Uno mismo:
eso es la vida.
“Mas por otra parte el
vocabulario poético no llega a poseer su fuerza denominativa si los Dioses
mismos no nos ponen en trance de palabra. ¿Cómo hablan los Dioses?”
[…] por signos;
que desde antiguo tal es la palabra de los
Dioses.
“El decir del Poeta es un
sorprender estos signos para significarlos, amplificándolos, a su Pueblo.”
“Así” [citando a Hölderlin]
[…] al encuentro de las tormentas
vuela audaz, cual águila, el Espíritu,
prediciendo el destino a sus dioses
venideros.
“La fundación del Ser está
vinculada a los signos de los Dioses. Y a la vez el vocabulario poético es tan
sólo la explanación de la “voz del Pueblo”, que este nombre da Hölderlin a las
leyendas por las que un Pueblo está haciendo memoria de su pertenencia al ente
en su conjunto. Mas con frecuencia enmudece esta voz, y extenuada en sí misma
calla; y, sobre todo, no puede de por sí sola hablar con propiedad, que para
esto necesita de intérpretes de su voz.”
[Cita a Hölderlin ya finalizando]
Y sin duda,
buenas son las leyendas; pues son memorial
del Altísimo;
con todo hace falta Uno que interprete las
sagradas.
“Y así
está la esencia de la Poesía urdida con las interconvergentes e
interdivergentes leyes de los signos de los dioses y de la voz del pueblo. El
poeta mismo se tiene entre aquellos, los Dioses, y éste, el Pueblo. Y es un
proscrito, adscrito a este “entre”: los Dioses por un extremo y los hombres por
otro. Empero, sólo y primariamente en este “entre” se decide quién es el Hombre
y dónde afincará su realidad de verdad. “Poéticamente
es como el hombre hace de esta tierra su morada”.
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Baste por el día de hoy estos
comentarios, y yo agrego algunas remembranzas y reflexiones: Y si el decir
bien-y-bellamente de los mitos no es más ni menos que declaración poética de la
irrupción de Lo Divino [en sus diferentes manifestaciones o niveles del Ser] en
la vida humana… Ya que ésta es la esencia del mito y que, además, es Poesía
[divinidad empalabrada], entonces, ¿no es la Poesía, como desde hace tiempo lo
venía sospechando, actividad mística, inocentemente desplegada, con la
inocencia del Ser o del Espíritu que declara su sempiterna Esencia y
manifestación en el Mundo, y que por ello es la más peligrosa al revelar el Ser
del Hombre e invitarlo a que asuma su dioseidad, despertando a su Sí-mismo y a
su vinculación primigenia con Lo Divino?
Los dioses nos hablan por signos,
dijo el poeta. ¿Nuestra percepción está graduada para captar esos signos? Antes,
entre los griegos de los tiempos de esos grandes hombres como fueron Sócrates,
Platón, Aristóteles…, se consideraba el quehacer poético una suerte de manía o
estado de trance, de locura divina, que luego llamaríamos experiencia mística.
Y Platón, no en vano, nos dejó por escrito:
A) “Los mayores bienes nos vienen mediante la
locura o manía, naturalmente por la dada cual don divino” (Fedro, 244b)
B) “…
Buscar en todas las cosas el eidos
divino, a fin de adquirir vida bienaventurada en lo que nuestra naturaleza lo
soporte.” (Timeo, 69a)
Rafael Cadenas nos regala una
aclaratoria por parte de Salvador Pániker sobre la necesidad imperiosa de la
mística, que es la siguiente:
“Nos concierne lo místico porque no podemos seguir con la desbocada
agresividad del hombre desarraigado de su origen, del animal exclusivamente
simbólico. Terroristas, ideólogos, fanáticos de todo pelaje, son el síntoma de
este déficit de mística que genera la ansiedad propia del animal exclusivamente
simbólico. El tema de la mística es el
tema de la salud…
…Lo místico es lo real, inexpresable simbólicamente, allí donde todos
nos damos la mano, más allá de los lenguajes, más allá del amor/odio. Lo
místico es el mero acto de estar aquí, ahora, completo en sí mismo, deshecho
ese perpetuo tic que tenemos de ir a buscar la realidad en otra parte:
proyectos, planes, o nostalgias.”
¡Lástima que para Ser políticos o
esotras profesiones que tienen tanto impacto en la planificación de lo social,
no se requiera el cultivo de la poesía como se ha caracterizado acá en sus
pretensiones primeras o últimas! ¿Qué político o ideólogo estaría dispuesto a
asumir hasta las últimas consecuencias de su Esencia, entre ellas la patencia
de la Luz y las tinieblas que lo habitan, y al Pueblo mismo?
En sus comentarios a los
comentarios de Heidegger, García Bacca termina diciendo: “Poetizar es nombrar una palabra para el oficio de hablar del Ser,
inventarle a un vulgar y físico sonido el oficio de hablar del Ser”. Por
ende, poetizar [que no es sólo componer
versos] es actividad metafísica y antropológicamente liberadora que busca
develar la emergencia suprasimbólica de la Autoconciencia del Espíritu del
Hombre y del Mundo, que nos desnuda de los condicionamientos socioculturales y
revela nuestra Esencia, esa Realidad extrasimbólica nuestra donde todos somos
Uno y podemos Ser-nos más allá de ese círculo de amor/odio en el que,
consciente o inconscientemente, estamos anudados como sujetos y como Pueblo.
Wladimir Oropeza Hernández
Bibliografía:
- Cadenas, R. (1998). Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística. (2ª ed). Caracas: Fondo Editorial de Humanidades y Educación, UCV.
- Heidegger, M. (1994). Hólderlin y la esencia de la poesía. Barcelona: Anthropos. Traducción y comentarios de Juan David García Bacca.
- Platón (1980). Obras completas. (12 tomos). Caracas: Coedición de la Presidencia de la República y la Universidad Central de Venezuela. Traducción, prólogo, notas y clave hermenéutica de Juan David García Bacca.
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